En esta luminosa mañana del miércoles, nos postramos con corazones agradecidos y esperanzados, invocando la presencia divina de nuestro Señor y la intercesión valiente de San Judas Tadeo.
Oh, Dios misericordioso, te pedimos que derrames tus bendiciones sobre nosotros en este nuevo día que se nos regala. Con humildad, reconocemos tu grandeza y te agradecemos por el regalo de la vida y las oportunidades que nos brindas.
San Judas Tadeo, apóstol y amigo fiel de Cristo, elevamos nuestras peticiones a ti con confianza. Imploramos tu valiosa intercesión para que nuestras acciones y decisiones de este día estén alineadas con la voluntad divina.
Que tu valentía inspire la nuestra, y que podamos enfrentar cualquier desafío con la fortaleza que proviene de la fe en Dios.
Pedimos tu bendición, Señor, para cada paso que demos, para cada palabra que pronunciemos y para cada pensamiento que alberguemos. Que tu luz ilumine nuestro camino, guiándonos hacia la verdad, la bondad y la compasión.
Concédenos la sabiduría para tomar decisiones justas y la paciencia para aceptar aquello que no podemos cambiar.
Que este miércoles sea un día lleno de oportunidades para crecer, aprender y amar. Bendice a nuestras familias, amigos y seres queridos. Protege a aquellos que enfrentan dificultades y envía tu consuelo a los corazones afligidos. Que tu amor infinito nos envuelva y nos inspire a ser instrumentos de paz y bondad en el mundo que nos rodea.
San Judas, patrón de las causas imposibles, confiamos en tu intercesión poderosa y te pedimos que acompañes nuestros pasos en este día. Que la gracia divina nos guíe y nos conceda la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo.
Confiando en tu misericordia, oh Dios, y en la intercesión de San Judas Tadeo, nos encomendamos a ti en este nuevo día. Amén.