Oracion para el viernes

Oh, San Charbel, devoto ermitaño y fiel seguidor de Cristo, en este dia nos dirigimos a ti con corazones llenos de reverencia y esperanza. Sabemos que tu vida de oración y sacrificio te ha convertido en un puente entre el cielo y la tierra, capaz de llevar nuestras súplicas y anhelos hasta el trono de Dios.

En este día en que recordamos tu ejemplo de humildad y entrega, te pedimos que nos acompañes con tu intercesión amorosa.

Tú, que experimentaste la profundidad del amor divino en la soledad de la montaña, te rogamos que intercedas por nosotros ante el Todopoderoso. Que nuestras necesidades y deseos encuentren eco en tu intercesión constante y en tu unión inquebrantable con Dios.

San Charbel, protector de los necesitados, te confiamos nuestras cargas y preocupaciones. Infunde en nosotros la confianza para enfrentar las adversidades y la fortaleza para perseverar en la fe en medio de las pruebas. Como testimonio de la gracia divina, te pedimos que nos ayudes a encontrar la paz en los momentos de turbulencia y a crecer en la confianza en la voluntad de Dios.

En esta jornada de reflexión y recogimiento, te pedimos también por nuestras familias y seres queridos. Extiende tu manto protector sobre ellos, guíales con tu luz y bendícelos con salud, alegría y unidad. Que tu intercesión alcance hasta lo más profundo del corazón de Dios, llevando consuelo y esperanza a quienes más lo necesitan.

San Charbel, modelo de vida espiritual, te pedimos que nos inspires a seguir tus pasos. Que este dia  sea un recordatorio de la importancia de la oración constante y la conexión con Dios en nuestra vida diaria. Ayúdanos a cultivar la humildad y la sencillez, así como el deseo sincero de vivir en armonía con la voluntad divina.

En esta jornada, confiamos en tu intercesión y te agradecemos por estar siempre dispuesto a escuchar nuestras peticiones. Que este día nos llene de renovada esperanza y nos recuerde que, a través de la fe y la confianza en Dios, podemos superar cualquier obstáculo. San Charbel, ruega por nosotros y guíanos hacia la presencia divina. Amén.