¡Oh glorioso San Charbel, eres un ejemplo brillante de virtud y santidad, un siervo fiel de Dios y un intercesor poderoso ante el trono divino! En esta humilde oración, me postro ante ti con devoción y gratitud.
San Charbel, a lo largo de tu vida, demostraste una profunda unión con Dios a través de la oración y la vida ascética en el monasterio de Annaya. Tu amor por la Eucaristía y tu dedicación a la Virgen María son inspiradoras.
Hoy, te ruego que intercedas ante Dios Todopoderoso en mi nombre. Por favor, acoge mis peticiones y necesidades (aquí puedes mencionar tus intenciones personales y las de tus seres queridos).
San Charbel, te imploro que me ayudes a cultivar una relación más cercana con Dios, a vivir una vida de santidad y a perseverar en la fe, incluso en medio de las dificultades. Protégeme y guía mis pasos, para que pueda seguir el camino de Cristo con amor y devoción.
En este nuevo día, te agradezco por las innumerables bendiciones que he recibido en mi vida, y te pido que me ayudes a ser un buen discípulo de Cristo, siguiendo Sus enseñanzas de amor, compasión y humildad. Fortaléceme en mi fe y en mi compromiso de vivir una vida cristiana auténtica.
Te agradezco por tu intercesión previa y confío en tu poderosa ayuda en el futuro. Ruega por mí y por todos aquellos que necesitan tu bendición y protección.
Amén.