En esta sagrada mañana de domingo, elevamos nuestras voces y corazones hacia San Charbel, eremita y santo humilde, cuya vida resplandece como un faro de espiritualidad y devoción. Con gratitud y reverencia, nos acercamos a ti, oh San Charbel, en busca de tu intercesión y guía en este día de descanso y reflexión.
Oh amado San Charbel, cuya vida estuvo llena de oración y meditación en las soledades del monasterio, te pedimos que nos acompañes en esta nueva jornada dominical. Que tu ejemplo de retiro y conexión con lo divino nos inspire a encontrar momentos de calma y silencio en medio de nuestras ocupadas vidas.
En esta mañana, te ofrecemos nuestras alabanzas y nuestras intenciones más profundas. Confiados en tu cercanía con Dios, depositamos ante ti nuestras necesidades y deseos, sabiendo que tu intercesión es poderosa. Te pedimos que lleves nuestras peticiones ante el trono divino, para que podamos recibir bendiciones y guía en cada paso que demos.
San Charbel, amante de la Eucaristía y buscador incansable de la verdad espiritual, te rogamos que nos ayudes a nutrir nuestra fe y a profundizar nuestra relación con Dios. Inspíranos a acercarnos a la comunión con humildad y reverencia, reconociendo la presencia real de Cristo en el sacramento.
En esta luminosa mañana dominical, te pedimos especialmente por aquellos que buscan sanación, consuelo y esperanza. Que tu influencia y tu intercesión sean un bálsamo para sus almas, brindándoles la fuerza necesaria para enfrentar cualquier desafío que se presente en sus vidas.
Oh San Charbel, te agradecemos por ser un faro de luz en medio de la oscuridad, por tu ejemplo de vida espiritual profunda y tu amor inquebrantable por Dios. En esta mañana, te encomendamos nuestras intenciones y nuestros anhelos, confiando en tu intercesión amorosa.
Que esta mañana de domingo sea un recordatorio de la importancia de cultivar nuestra relación con lo divino y de encontrar momentos de paz y reflexión en medio del bullicio cotidiano. Que tu bendición nos acompañe en cada paso de este día y nos acerque más a la presencia de Dios. Amén.