Oh, San Charbel, recurrimos a ti en el inicio de esta nueva semana. Tú, que dedicaste tu vida a la oración y la contemplación en la soledad de las montañas del Líbano, eres un faro de inspiración para todos nosotros mientras nos preparamos para afrontar los desafíos y las bendiciones que esta semana nos depara.
Te pedimos que nos acompañes en este viaje que comienza, guiándonos con tu ejemplo de devoción, sacrificio y amor a Dios. Al igual que tú, deseamos encontrar la paz y la serenidad en medio del ajetreo y el bullicio de nuestras vidas cotidianas.
Que la luz de tu fe brille en nuestro camino, iluminando nuestras mentes y corazones, y ayudándonos a mantener una conexión profunda con Dios en cada paso que demos.
San Charbel, patrón de la perseverancia, te pedimos que nos ayudes a afrontar los retos de esta semana con valentía y determinación.
Concédenos la fuerza para superar las dificultades y la sabiduría para reconocer las oportunidades que se nos presenten. Inspíranos a seguir el camino de la santidad, viviendo nuestras vidas con amor, caridad y compasión hacia los demás.
En esta semana, te encomendamos nuestras preocupaciones y deseos más profundos (menciona aquí tus intenciones personales). Sabemos que tú, San Charbel, eres un poderoso intercesor ante Dios, y confiamos en tu ayuda para llevar nuestras súplicas al trono divino.
Que esta semana que comienza sea un tiempo de crecimiento espiritual, paz interior y bendiciones abundantes. San Charbel, acompáñanos en cada paso del camino y ayúdanos a vivir con gratitud y confianza en la providencia divina. Amén.