Oh, amado San Judas Tadeo, en esta luminosa mañana alzo mi voz y mi corazón hacia ti, lleno de gratitud y alegría por otro día de vida que Dios nos ha concedido. Hoy, en tu honor, quiero ofrecer una oración de agradecimiento sincero por todas las bendiciones que hemos recibido.
San Judas, patrón de las causas difíciles, sé que has sido un faro de esperanza y fortaleza para innumerables personas a lo largo de la historia. Tu ejemplo de fe inquebrantable y perseverancia nos inspira a todos a seguir adelante con valentía, sin importar cuán desafiantes sean nuestras circunstancias.
En esta mañana, agradezco a Dios por la salud que me ha permitido despertar una vez más y enfrentar un nuevo día. Te doy gracias, San Judas, por tu intercesión constante y por ser un puente entre nosotros y el amor divino de nuestro Creador.
Doy gracias por la familia que me rodea, por su amor y apoyo incondicional. Bendice, oh San Judas, a mis seres queridos, protégelos y llénalos de alegría y prosperidad.
Agradezco por las amistades que han iluminado mi vida, por los momentos compartidos y por las risas que han llenado mis días de felicidad.
San Judas, agradezco por el trabajo que me brinda la oportunidad de crecer y contribuir al mundo que me rodea. Te pido que me des la sabiduría y la fuerza para enfrentar los desafíos laborales con paciencia y dedicación.
Gracias, San Judas, por la naturaleza que nos rodea, por la belleza de la creación de Dios que nos llena de asombro y admiración.
En esta mañana, me comprometo a seguir tu ejemplo de fe y perseverancia, confiando en que, con la ayuda de Dios, superaré cualquier dificultad que se presente en mi camino.
San Judas Tadeo, agradezco por tu presencia constante en mi vida y por las bendiciones que aún están por venir. Que este día esté lleno de gratitud y alegría, y que pueda honrar a Dios en cada paso que dé.
Amén.