Oh glorioso San Judas Tadeo, apóstol amado de Jesús y patrón de los casos difíciles y desesperados, en este día especial acudimos a ti con humildad y gratitud. Sabemos que en los momentos de mayor tribulación, tu poderosa intercesión ha traído alivio y esperanza a quienes te invocan con fe sincera.
Hoy, 28 de octubre, recordamos tu vida de servicio y sacrificio, tu lealtad a Jesús y tu valiente testimonio de la verdad. Encomendamos nuestras preocupaciones y angustias a tu intercesión, confiando en tu capacidad para obrar milagros en nuestras vidas.
San Judas Tadeo, tú que has sido testigo de los milagros que Jesús realizó en la tierra, te pedimos que intercedas por nosotros en este momento de necesidad. Escucha nuestras plegarias y ruegos, y llévalos ante el trono de la gracia divina.
Concédenos la fortaleza para enfrentar los desafíos de la vida, la fe para mantenernos cerca de Dios en momentos de duda y la caridad para vivir en armonía con nuestros semejantes. Guíanos en nuestro camino espiritual y protégenos de las adversidades que puedan perturbar nuestra paz interior.
San Judas Tadeo, te pedimos que nos asistas en nuestras luchas diarias y que nos ayudes a encontrar soluciones a nuestros problemas.
Concede a quienes están enfermos la sanación que tanto necesitan y a quienes enfrentan dificultades económicas, la provisión divina.
Agradecemos tu constante amor y apoyo y te pedimos que sigas velando por nosotros en todo momento. Amén.