En este grandioso día, elevo mi espíritu hacia la presencia divina, buscando acercarme más a Dios con la guía y la intercesión de San Charbel, el venerado monje libanés que ha inspirado a muchos con su profundo compromiso espiritual.
En esta oración, me sumerjo en la humildad y la devoción, siguiendo el ejemplo de San Charbel, cuya vida estuvo marcada por la entrega total a Dios.
Oh San Charbel, servidor fiel y mensajero de la paz celestial, te invoco en este día lleno de grandiosidad para que intercedas por mí ante el trono divino.
Que tu experiencia de comunión con Dios sea un faro que ilumine mi propio camino espiritual. Que la paz que encontraste en la oración y la conexión profunda con el Creador sean también mi anhelo y mi realidad.
En este momento sagrado, busco fortaleza en la fe, clamando por la gracia de comprender la voluntad divina en mi vida diaria. Que cada palabra que brote de mis labios en esta oración sea como una ofrenda sincera, un testimonio de mi deseo de acercarme más a Dios, al igual que lo hiciste tú, San Charbel.
Que en medio de las alegrías y desafíos de este día, pueda sentir la presencia divina guiándome y sosteniéndome. Que la paz de Dios llene mi corazón y que la serenidad espiritual sea mi refugio en todas las circunstancias.
Encomiendo mis pasos a la divina providencia, confiando en que, con la ayuda de San Charbel, este día se convierta en una oportunidad para fortalecer mi conexión con Dios y vivir en armonía con sus enseñanzas. Amén.