En esta nueva mañana, Dios misericordioso, elevo mi voz en gratitud por el regalo de un nuevo día. Ante el amanecer, siento la frescura del aire, veo la luz que se filtra a través de las cortinas y reconozco tu mano amorosa en cada detalle de la creación.
Gracias, Señor, por permitirme despertar y experimentar la maravilla de la vida una vez más. Te agradezco por el don de la salud y la oportunidad de enfrentar los desafíos que este día traerá consigo. Con humildad, te pido que me guíes en cada paso que dé, que mi mente esté lúcida y mi corazón lleno de amor.
En esta mañana, te encomiendo a mi familia y amigos. Bendícelos, cuídalos y llénalos de alegría y prosperidad. Que nuestras relaciones estén fundadas en el respeto y el amor, y que podamos apoyarnos mutuamente en nuestras jornadas.
Dios compasivo, te ruego por aquellos que enfrentan dificultades y pruebas en este nuevo día. Por los enfermos, te imploro sanación y alivio; por los afligidos, te pido consuelo y esperanza. Ayuda a los que están solos a encontrar compañía, y a los que están perdidos, a hallar dirección en sus vidas.
Permíteme ser un instrumento de tu paz y amor en este día que comienza. Ayúdame a mostrar comprensión, empatía y generosidad hacia quienes encuentre en mi camino. Que mi vida sea un testimonio de tu gracia y mis acciones reflejen tu amor incondicional.
Señor, te entrego este nuevo día con gratitud y confianza en tu plan divino. Permíteme vivirlo con propósito y dedicación, sabiendo que estás a mi lado en cada momento. En tu nombre, inicio este día lleno de esperanza y fe. Amén.