San Judas Tadeo, apóstol y amigo cercano de Jesús, nos dirigimos a ti con humildes corazones para agradecer por otro día de vida que generosamente hemos recibido. Sabemos que tú eres un intercesor poderoso ante Dios, y confiamos en tu ayuda en este momento de gratitud.
Te pedimos, San Judas, que presentes nuestras palabras de agradecimiento y nuestras peticiones ante el Altísimo. Agradecemos por el regalo de la vida, por cada amanecer que nos brinda la oportunidad de crecer espiritualmente y de compartir nuestro amor con los demás.
En este día que nos has concedido, te pedimos tu bendición y protección. Guíanos por el camino de la fe, la esperanza y el amor, y ayúdanos a enfrentar los desafíos con valentía y fortaleza. Que podamos seguir viviendo en la luz de la fe, confiando en la providencia divina y extendiendo la mano amiga a quienes nos rodean.
San Judas, patrón de las causas difíciles, te pedimos que intercedas por aquellos que están pasando por momentos difíciles y desesperados. Bríndales consuelo y esperanza, y permite que sientan la presencia amorosa de Dios en sus vidas.
Te agradecemos, San Judas, por escuchar nuestras oraciones y por tu constante intercesión. Confiamos en tu poderosa intercesión ante Dios y en tu amor por todos aquellos que te invocan. Amén.