En esta noche serena, bajo el manto de las estrellas que adornan el cielo, nos postramos con humildes corazones para elevar una hermosa oración de gratitud a San Judas Tadeo, apóstol fiel y patrón de las causas difíciles y desesperadas.
Oh, glorioso San Judas Tadeo, en esta hora de quietud y reflexión, queremos expresar nuestra más profunda gratitud por tu intercesión constante en nuestras vidas.
En tu nombre, San Judas, hemos encontrado consuelo en los momentos de angustia, esperanza en medio de la adversidad y fortaleza en las pruebas que la vida nos ha presentado. Tú, que has sido un faro de luz en la oscuridad de nuestras preocupaciones, mereces toda nuestra gratitud y devoción.
Hoy, en esta noche serena, te damos gracias por tu amoroso cuidado y protección. Agradecemos por las bendiciones que nos has otorgado, por los milagros que has obrado en nuestras vidas y por la fe que nos has ayudado a mantener en los momentos de duda.
San Judas Tadeo, te pedimos que sigas intercediendo por nosotros, que tu poderosa influencia siga guiándonos por el camino de la virtud y la rectitud. Ayúdanos a ser compasivos, generosos y justos en nuestras acciones, tal como lo fuiste tú en tu vida terrenal.
En esta noche, te encomendamos nuestras preocupaciones y dificultades, confiando en que, con tu intercesión, encontraremos soluciones a nuestros problemas. Que tu luz ilumine nuestro camino y que tu amor nos inspire a ser mejores seres humanos.
San Judas Tadeo, patrón de las causas difíciles, te agradecemos una vez más por tu amorosa presencia en nuestras vidas. Que esta noche de gratitud sea un recordatorio de la importancia de la fe y la perseverancia. Amén.