En esta noche serena y llena de gratitud, elevo mi corazón en una oración de gracias a San Charbel, protector celestial que ha guiado mis pasos a lo largo de esta semana llena de desafíos y bendiciones.
Con amor y devoción, te agradezco, oh San Charbel, por tu intercesión divina que ha iluminado mi camino y ha colmado mi vida de paz y esperanza.
En cada día que ha transcurrido, he sentido tu presencia benevolente a mi lado, acompañándome en cada momento. Tus rayos de luz han disipado las sombras de la incertidumbre y han fortalecido mi fe en los momentos difíciles.
A través de tu amor incondicional, he experimentado la serenidad en medio de las tormentas, y por ello, doy gracias desde lo más profundo de mi ser.
En especial, agradezco por el don de la tranquilidad que me has otorgado al permitirme descansar en paz durante las noches. San Charbel, tu influencia ha calmado mi mente inquieta, permitiéndome entregarme al sueño reparador con confianza y seguridad.
En tus manos confío mis preocupaciones y anhelos, sabiendo que velas por mi bienestar con amor eterno.
Cada día que pasa, siento cómo tu amor permea mi ser, transformando mis cargas en ligerezas, mis tristezas en alegrías y mis temores en confianza. Que esta gratitud que expreso hoy sea como incienso que llega a ti, oh San Charbel, en agradecimiento por tu bondad infinita y por las bendiciones que has derramado sobre mi vida.
Que tu luz continúe guiando mis días y que tu amor siga envolviéndome en las noches, permitiéndome dormir tranquilo, confiado en que estás a mi lado. Amén.