En la tranquilidad de la noche, cuando el silencio envuelve el mundo y las estrellas destellan en el cielo, elevo mi plegaria a San Charbel, el humilde y poderoso santo libanés. Con devoción, me inclino ante ti, San Charbel, y te pido que intercedas por mí ante Dios Todopoderoso.
Oh, San Charbel, ejemplo de humildad y santidad, tú que viviste una vida de oración y sacrificio en el monasterio de Annaya, escucha mi súplica. Con humildes palabras y un corazón sincero, te ruego que me ayudes en este momento de reflexión y descanso.
Te imploro, San Charbel, que derrames tus bendiciones sobre mí y mi familia. Protege nuestros sueños y esperanzas. Concédenos fortaleza para superar los desafíos que enfrentamos en la vida y sabiduría para tomar decisiones acertadas.
San Charbel, tú que experimentaste la comunión con Dios de una manera única, ayúdame a fortalecer mi fe y mi relación con nuestro Creador. Guíame en el camino de la virtud y la caridad, para que pueda ser un reflejo de la luz divina en este mundo.
En esta noche serena, te pido, San Charbel, que intercedas por todos los necesitados, los enfermos, los solitarios y los afligidos. Que tu amor y compasión alcancen sus corazones y les brinden consuelo.
San Charbel, modelo de perseverancia en la oración, te pido que me ayudes a encontrar paz interior y serenidad en medio de la agitación de la vida diaria. Que mi corazón esté en comunión constante con Dios, como el tuyo.
Te agradezco, San Charbel, por tu intercesión en esta noche y por escuchar mis peticiones. Confío en que mi oración será escuchada y que tus bendiciones serán derramadas sobre mí y mis seres queridos. Amén.