«En esta noche, quiero elevar mi corazón lleno de gratitud al venerado San Charbel, quien ha sido mi fuente de fortaleza y consuelo durante la semana que ha pasado. San Charbel, patrón de la esperanza y el alivio en tiempos difíciles, te agradezco desde lo más profundo de mi ser por tu inquebrantable intercesión y amor infinito.
Durante estos siete días, he sido testigo de tus milagrosas bendiciones en mi vida de maneras asombrosas. Has iluminado mi camino en los momentos más oscuros y me has sostenido en las pruebas más desafiantes.
Tu presencia constante y tus oraciones han sido como un faro de esperanza que me ha guiado a través de cada desafío, recordándome que nunca estoy solo.
San Charbel, te agradezco por tu gracia sanadora, que ha aliviado mis preocupaciones y dolores. Tus enseñanzas de humildad, paciencia y fe me han inspirado a crecer espiritualmente. Tú, que experimentaste la soledad y el sufrimiento en vida, entiendes mis luchas y has compartido mi carga.
Hoy, te pido que continúes bendiciéndome con tu presencia y que sigas intercediendo por mí en el camino que se avecina. Que tu amor y protección sigan guiando mis pasos y llenando mi vida de paz y alegría. Permíteme ser un reflejo de tu compasión y bondad hacia los demás, extendiendo la mano a aquellos que necesitan esperanza y consuelo.
San Charbel, en esta oración de agradecimiento, te honro y te agradezco por tu infinita bondad. Que tu luz siga iluminando mi vida y la de quienes te buscan en busca de alivio. Amén.»