Oh, San Charbel, luminosa estrella en la oscuridad de nuestras vidas, en esta serena noche levantamos nuestras voces y nuestros corazones hacia ti. En tu humildad y devoción, encontramos inspiración y guía para enfrentar las noches oscuras de nuestras almas.
En esta noche tranquila, te pedimos que intercedas por nosotros ante Dios Todopoderoso. Sabemos que tu vida estuvo llena de oración y sacrificio, y que tu unión con Cristo fue tan profunda que incluso en la noche más oscura, encontraste la luz de la fe.
Te pedimos que nos ayudes a encontrar esa misma fe en medio de nuestras propias oscuridades y desafíos.
San Charbel, tú que viviste en soledad y contemplación, comprendes las luchas internas que enfrentamos. En esta noche, te pedimos que nos concedas la gracia de la paz interior, la serenidad y la fortaleza para enfrentar nuestras pruebas con paciencia y humildad.
Mira con compasión a quienes sufren en esta noche, a aquellos que están enfermos, solos o afligidos. Que tu amor y tu intercesión lleguen a ellos y les traigan consuelo y sanación.
En esta noche, confiamos en tu poderosa intercesión, sabiendo que estás junto a nosotros en cada paso de nuestro camino. Que tu luz ilumine nuestro camino y que, al amanecer, podamos despertar con corazones agradecidos por tu amor y la gracia de Dios.
San Charbel, te pedimos que nos protejas y nos guíes en esta noche y en todas las noches que vendrán. Amén.