En esta serena noche, elevo mi corazón hacia ti, San Charbel, buscando la paz y la tranquilidad que solo tú puedes otorgar. Bajo el manto estrellado del cielo, imploro tu divina intercesión para que mi descanso sea reparador y mis sueños estén llenos de serenidad.
San Charbel, guía mis pensamientos hacia la calma, disipando cualquier inquietud que pueda habitar en mi mente. Que tu luz ilumine mi camino en la oscuridad de la noche, proporcionándome la seguridad de tu protección divina.
Que cada estrella en el firmamento sea un recordatorio de tu amor infinito y de la esperanza que traes a mis noches.
Te pido, bondadoso San Charbel, que envuelvas mi almohada con tu energía sanadora, disipando las tensiones y preocupaciones del día. Que tu presencia se haga sentir, creando un aura de tranquilidad que me permita liberar todas las cargas que llevo en mi corazón.
Con humildad y confianza, te entrego mis sueños, anhelando que estén tejidos con hilos de positividad y alegría. Que, al cerrar mis ojos, experimente la paz que solo proviene de tu divina gracia.
San Charbel, protector de los que buscan descanso, te confío mi noche. Que tu bendición descienda sobre mí, otorgándome un sueño profundo y reparador. Que al despertar, me sienta renovado/a y listo/a para enfrentar un nuevo día con fuerza y gratitud.
Gracias, San Charbel, por tu amor incondicional y por ser mi refugio en esta noche tranquila. Amén.