En esta tranquila noche de jueves, elevo mi corazón y mis palabras hacia San Charbel, buscando tu divina intercesión para alcanzar un descanso reparador. En tu nombre, Santo Charbel, imploro tu bendita presencia en mi vida, confiando en tu poderosa intercesión ante el Todopoderoso.
Oh, San Charbel, patrón de la paz y la serenidad, te ruego que extiendas tu mano compasiva sobre mi fatigado ser. Encomiendo a tus manos la carga de mis preocupaciones y labores diarias, para que puedan ser aliviadas en la noche que se avecina.
Que tu influencia celestial descienda sobre mi descanso, disipando cualquier inquietud o ansiedad que pueda perturbar mi sueño.
Que la paz que emanó de tu vida consagrada llene mi habitación y envuelva mi ser, permitiéndome descansar en la seguridad de tu protección.
Que tus virtudes de humildad, paciencia y entrega sean una guía para mi descanso, inspirándome a confiar en la voluntad divina y a aceptar con serenidad lo que el nuevo día pueda traer.
San Charbel, amigo fiel de aquellos que buscan alivio, te imploro que intercedas ante Dios Todopoderoso para que mi noche sea un reflejo de tu paz interior.
Que, al despertar, me encuentre renovado(a) y fortalecido(a), listo(a) para enfrentar con gratitud y confianza las bendiciones que se presenten.
Agradezco, San Charbel, por tu constante intercesión y por la paz que prometes a aquellos que acuden a ti con fe. Que esta noche sea un testimonio de tu amor y bondad, y que tu presencia guíe mis sueños hacia un descanso ratificante. Amén.