Oh San Charbel, celestial protector de las almas fatigadas y trabajadoras, en esta apacible noche del jueves 7 de diciembre, me inclino ante tu divina presencia buscando tu guía y fortaleza.
En esta jornada que llega a su fin, te imploro que extiendas tus manos benevolentes sobre mí, reparando el cansancio que ha pesado sobre mis hombros.
Encomiendo a tu sagrado intercesor espíritu mi agotamiento físico y mental, confiando en que tu luz divina ilumine mi ser y restaure mi energía. Que la paz que emana de tu celestial esencia envuelva mi cuerpo, mente y espíritu, permitiéndome descansar en la serenidad de tu amorosa protección.
Oh San Charbel, mensajero de la esperanza y la sanación, te ruego que liberes mi corazón de las tensiones acumuladas, brindándome la tranquilidad necesaria para recargar mis fuerzas durante el sueño reparador que se avecina.
Que tu influencia divina me envuelva como un manto, disipando cualquier ansiedad o preocupación que haya acompañado mi día.
Con humildad, elevo mi oración hacia ti, confiando en tu intercesión ante el Todopoderoso. Que tus bendiciones me acompañen en el descanso nocturno, permitiéndome despertar renovado y fortalecido para enfrentar los desafíos del nuevo día.
San Charbel, santo milagroso, acepta mi súplica con amor y compasión. Te agradezco por tu constante cuidado y por ser mi refugio en momentos de fatiga. Amén.