San Judas Tadeo, apóstol valiente y fiel seguidor de nuestro Señor Jesucristo, en esta noche tranquila nos dirigimos a ti con humildes corazones llenos de gratitud y esperanza. Inspirados por tu ejemplo de fortaleza y devoción, te pedimos que nos acompañes en este momento de reflexión y descanso.
Oh glorioso San Judas, patrón de las causas imposibles y auxilio de los afligidos, sabemos que tu amor y poder de intercesión son inquebrantables. En esta noche, te encomendamos nuestras preocupaciones y dificultades, confiando en que serás nuestro protector y guía.
Te pedimos que ilumines nuestros sueños con la luz de la fe, la esperanza y la caridad. Ayúdanos a encontrar soluciones a los desafíos que enfrentamos en la vida y a superar los obstáculos que se cruzan en nuestro camino.
En esta hora de paz, también te pedimos que extiendas tu mano amorosa sobre nuestros seres queridos. Protégelos y guíalos, bríndales tu consuelo y ayuda en sus momentos de necesidad.
San Judas Tadeo, conoces los anhelos más profundos de nuestros corazones. Te pedimos que escuches nuestras peticiones y que, si es la voluntad de Dios, las hagas realidad.
Que esta noche esté llena de serenidad y confianza en la providencia divina. Que al despertar mañana, renovados por tu intercesión, podamos enfrentar un nuevo día con alegría y gratitud en nuestros corazones.
San Judas Tadeo, ruega por nosotros y por todas las almas que necesitan tu ayuda. Amén.