En esta serena noche, cuando el manto estrellado del cielo se extiende sobre nosotros y la luna derrama su luz plateada sobre la tierra, elevamos nuestras plegarias al Santo San Judas Tadeo, apóstol fiel y patrón de las causas difíciles.
En esta tranquila oscuridad, buscamos tu intercesión, oh glorioso San Judas, para encontrar consuelo, fortaleza y guía en nuestras vidas.
San Judas Tadeo, tú que fuiste elegido por Jesús para ser uno de sus apóstoles y recibiste la gracia de llevar su palabra a lugares lejanos, te pedimos que nos ayudes a difundir el amor y la compasión en nuestros corazones.
Concede, oh santo patrón, que nuestras acciones sean siempre guiadas por la fe y la esperanza, y que podamos superar las dificultades que se interponen en nuestro camino, así como tú superaste los desafíos que enfrentaste en tu vida terrenal.
En esta noche de reflexión, te pedimos especialmente por aquellos que se sienten desesperanzados, afligidos o perdidos. San Judas Tadeo, protector de los necesitados, ruega por ellos y ayúdalos a encontrar la luz en medio de la oscuridad, la paz en medio de la tormenta y la esperanza en medio de la desesperación.
Oh San Judas, tú que eres conocido por tu capacidad para obrar milagros y resolver problemas imposibles, te imploramos que intercedas en nuestras vidas y nos ayudes a superar nuestros obstáculos y dificultades. Inspíranos a nunca perder la fe y a confiar en que, con la ayuda de Dios, todas las cosas son posibles.
En esta noche de quietud, también recordamos con gratitud tus enseñanzas sobre el amor, la caridad y la humildad. Ayúdanos a vivir de acuerdo con estos principios, para que podamos ser instrumentos de paz y bendición en este mundo.
San Judas Tadeo, te encomendamos nuestros corazones y nuestras vidas en esta noche. Acompáñanos en nuestro viaje espiritual y fortalécenos en nuestras debilidades. Amén.