En esta hermosa noche del sábado 2 de diciembre, elevo mi voz hacia ti, San Judas, patrón de las causas difíciles y desesperadas. En la quietud de esta noche estrellada, te pido que ilumines mi camino y guíes mis pasos hacia un porvenir lleno de bendiciones y prosperidad.
San Judas, protector de los casos imposibles, te imploro que intercedas por mí en este momento de mi vida. Con humildad y fe, te confío mis anhelos y sueños de un futuro mejor, donde la paz, la salud y la abundancia sean las fuerzas que guíen mi existencia.
Encomiendo a tu bondad mi familia, amigos y seres queridos, para que todos encuentren el amor y la armonía en sus vidas. Te pido, San Judas, que derrames tu bendición sobre cada rincón de mi hogar, llenándolo de luz y protección.
Que esta noche sea el comienzo de una nueva etapa llena de oportunidades y éxitos. Con tu intercesión, confío en que superaré los obstáculos que se presenten en mi camino y alcanzaré mis metas con esfuerzo y dedicación.
Te agradezco, San Judas, por escuchar mis palabras y por ser el faro que guía mis plegarias. Encomiendo mi porvenir a tu santa protección, confiando en que, con tu ayuda, cada día será una oportunidad para crecer, aprender y ser mejor.
Que tu bendición, San Judas, ilumine esta noche y todos los días que están por venir. Amén.