En la primera noche de diciembre, me postro con humildad ante ti, San Charbel, buscando tu intercesión divina. En este mes lleno de promesas y esperanzas, elevo mi plegaria para que la bendición del Altísimo se derrame sobre mi vida y la de mis seres queridos.
San Charbel, testigo de la gracia de Dios, te imploro que seas mi guía en este nuevo capítulo que comienza. Que tu luz ilumine mi camino y me lleve por sendas de amor, paz y prosperidad. Confiadamente te pido que intercedas ante el Todopoderoso, solicitando que este diciembre sea un tiempo de bendiciones abundantes.
Encomiendo a tus manos, oh Santo de la Devoción, mis alegrías y mis preocupaciones. Que cada día de este mes esté impregnado de la presencia divina, y que las adversidades se disuelvan ante la fuerza de la fe. Que la paz reine en mi hogar y que la armonía se extienda a todos los rincones de mi vida.
San Charbel, modelo de humildad y entrega, te ruego que intercedas por mis necesidades más apremiantes. Que la salud, la prosperidad y el amor sean los regalos divinos que Dios derrame sobre mí y los míos en este diciembre que se inicia.
Con corazón agradecido, confío en que mi súplica llegará a los oídos misericordiosos de nuestro Señor. Que la lluvia de bendiciones que imploro sea recibida con brazos abiertos, y que cada día de este mes sea un recordatorio de la bondad divina.
San Charbel, en tu nombre confío, y con gratitud recibo las bendiciones que desde lo alto se derraman sobre mí en este diciembre. Amén.