Oh, glorioso San Charbel, siervo fiel y santo intercesor, hoy me postro ante ti con un corazón humilde y necesitado. Tu vida de devoción, sacrificio y oración es un faro de esperanza para todos nosotros. Conocemos tu poderosa intercesión y los numerosos milagros que has obrado en nombre de aquellos que te invocan con fe.
San Charbel, en este momento de desafío en mi vida, te pido que mires con compasión mi situación. Tú que conoces las alegrías y tribulaciones de este mundo, comprendes las cargas que llevo y los obstáculos que enfrento. Hoy vengo ante ti, confiando en tu amor y en tu capacidad para interceder ante Dios en mi favor.
Te ruego, San Charbel, que lleves mi petición ante el trono divino. (Aquí menciona con detalles la solicitud del milagro que necesitas, expresando tus deseos y necesidades más profundos).
Confío en tu poderosa intercesión, pero también entiendo que la voluntad de Dios es suprema. Te pido que, si es conforme a Su plan divino, obtenga este milagro que tanto anhelo, sabiendo que Él sabe lo que es mejor para mí.
San Charbel, ayúdame a mantener y fortalecer mi fe, incluso en los momentos de incertidumbre. Ayúdame a aceptar Su voluntad, sea cual sea el resultado, con humildad y gratitud por Su amor y cuidado.
Prometo, querido San Charbel, seguir tu ejemplo de vida santa, buscando siempre la cercanía de Dios a través de la oración y la devoción. Que mi vida sea un testimonio de Su bondad y misericordia.
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, y con la guía del Espíritu Santo, te presento esta súplica, confiando en tu poderosa intercesión. Amén.