En esta serena noche de viernes, elevo mi corazón en oración a San Charbel, el Santo de la salud y la sanación. Con humildad y devoción, me uno a la comunidad de fieles que buscan tu intercesión para encontrar alivio y curación en momentos de dificultad.
San Charbel, tú que conoces el sufrimiento humano y la angustia que la enfermedad puede causar, te imploramos que derrames tus bendiciones sobre todos aquellos que enfrentan problemas de salud en este momento.
Sé nuestro intermediario ante Dios, el sanador supremo, y ruega por nosotros para que seamos librados de la enfermedad y el dolor.
En esta noche, te encomiendo a todas las personas que están luchando contra enfermedades físicas o mentales. Que tu luz divina les brinde consuelo en medio de la oscuridad, fortaleza para enfrentar sus desafíos y esperanza para un futuro lleno de salud y bienestar. Que tu poderosa intercesión abra caminos hacia la recuperación y la restauración.
San Charbel, te agradecemos por tu ejemplo de fe inquebrantable y sacrificio. Que podamos seguir tu ejemplo al cuidar de nuestros cuerpos como templos sagrados y al confiar en la guía divina en momentos de prueba. Ayúdanos a recordar que la salud es un regalo precioso y que debemos ser agradecidos por cada día de bienestar que disfrutamos.
En esta noche, te pedimos que vigiles sobre todos los profesionales de la salud que dedican sus vidas a cuidar de los enfermos. Concede sabiduría y compasión a sus manos mientras trabajan incansablemente para aliviar el sufrimiento de los demás.
San Charbel, te confiamos nuestras preocupaciones y necesidades de salud en esta noche. Que tu intercesión nos guíe hacia la sanación y la paz interior. Amén.