Oh San Charbel, fiel siervo de Dios y ejemplo de santidad, en esta noche de viernes me postro ante ti con humildad y devoción. Sé que en tu vida terrenal, dedicaste cada momento a la oración y a la unión con Dios, y en esa entrega encontraste la paz y la gracia divina.
En esta noche, te ruego que intercedas por mí y por todos aquellos que te invocan con fe. San Charbel, sabes que cada viernes es un momento especial en la semana, un día en el que reflexionamos sobre el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la cruz.
Te pido que nos ayudes a comprender y valorar este sacrificio, y que nos guíes en el camino de la redención y la santificación.
Oh San Charbel, ruega por nuestras almas, por nuestras familias y por todos aquellos que están en necesidad. Ilumina nuestras mentes y corazones con la luz de la fe, la esperanza y el amor.
Ayúdanos a superar cualquier obstáculo que se presente en nuestro camino y a encontrar la paz en medio de las dificultades.
Te encomiendo mis preocupaciones y deseos en esta noche, confiando en tu intercesión ante Dios. Que tu amor y tu ejemplo nos inspiren a vivir vidas santas y a seguir el camino de la virtud.
Amén.