En esta noche de recogimiento y serenidad, nos dirigimos con humildad y devoción a San Charbel, el santo ermitaño y taumaturgo cuyo legado de santidad y milagros sigue iluminando nuestras vidas.
En la quietud de este momento, elevamos nuestras plegarias hacia ti, San Charbel, buscando tu intercesión ante el trono divino. Oh, San Charbel, ejemplo de humildad y entrega total a Dios, te imploramos en esta noche de oración. Tu vida de austeridad y comunión profunda con el Creador nos inspira a cultivar una relación más cercana con el Señor.
Como ermitaño en las montañas del Líbano, encontraste en la soledad y la oración el camino hacia la unión espiritual con Dios. Te pedimos que nos guíes también hacia una mayor intimidad con nuestro Padre celestial.
En esta noche, ponemos ante ti nuestras preocupaciones y deseos más profundos. Confiando en tu intercesión, te pedimos que presentes nuestras peticiones ante Dios, sabiendo que tu cercanía al cielo puede obrar maravillas en nuestras vidas.
Como patrono de la sanación y la esperanza, te encomendamos especialmente a aquellos que luchan con enfermedades físicas, mentales y espirituales. Que tu intercesión les brinde consuelo y alivio.
San Charbel, que elegiste la vida eremítica como camino de cercanía a Dios, te pedimos que nos ayudes a encontrar momentos de silencio y reflexión en nuestras vidas ocupadas. Que podamos alejarnos del ruido del mundo y sumergirnos en la presencia divina, como tú lo hiciste en la soledad de tu ermita.
Que esta noche de oración sea un recordatorio de la importancia de cultivar nuestra relación con Dios en la paz del silencio interior. Oh, San Charbel, intercesor poderoso, te confiamos nuestras familias, amigos y seres queridos. Llena nuestros corazones de amor y compasión, y ayúdanos a irradiar la luz de Cristo en nuestro entorno.
Que tu ejemplo de sacrificio y servicio nos motive a amar y cuidar a los demás con un espíritu desinteresado y generoso. En esta noche de oración, te agradecemos por tu amorosa intercesión y por los milagros que has obrado en tantas vidas. Que tu presencia siga iluminando nuestro camino y llenando nuestras vidas de esperanza.
San Charbel, ruega por nosotros y por el mundo entero. Amén.