oracion de la noche

En la tranquilidad de esta noche, dirijo mis palabras con humildad y devoción hacia ti, San Charbel, fiel siervo de Dios y ejemplo de entrega y sacrificio. En este momento de serenidad, siento tu presencia celestial cerca de mí, dispuesto a escuchar mis peticiones y a interceder en mi nombre ante el Todopoderoso.

San Charbel, quien viviste una vida de profunda oración y comunión con Dios en la soledad del monasterio, te pido que guíes mis pasos en esta noche oscura. Al igual que encontraste paz en la unión con el Creador, anhelo encontrar consuelo y fortaleza en tu intercesión. Imploro tu ayuda para enfrentar las incertidumbres y dificultades de mi vida con confianza y serenidad.

En esta hora de quietud, te confío mis preocupaciones y anhelos más profundos. Te ruego que tomes mis cargas y las presentes ante el Señor, suplicando por su misericordia y gracia. Ayúdame a confiar en su plan divino, incluso cuando las circunstancias parezcan adversas. Enséñame, al igual que lo hiciste tú, a someter mi voluntad a la voluntad de Dios.

San Charbel, tú que experimentaste la cercanía de Cristo a través de la Eucaristía y viviste una vida de santidad en la humildad y la abnegación, te pido que intercedas por mí y por mis seres queridos. Te encomiendo mis necesidades físicas, espirituales y emocionales, confiando en tu capacidad para obrar milagros en nombre de quienes recurren a ti con fe sincera.

Te ruego especialmente por aquellos que sufren y padecen. Que tu compasión y tu intercesión lleguen a los corazones afligidos, brindándoles alivio y consuelo en sus momentos de dolor. Te pido que extendas tu mano sanadora sobre quienes están enfermos y necesitados, derramando sobre ellos el bálsamo de la salud y la esperanza.

San Charbel, humilde seguidor de Cristo, te agradezco por tu ejemplo de vida y por el legado de fe que dejaste. En esta noche, te suplico que sigas iluminando mi camino con tu presencia y tu amor. Que tus bendiciones y protección me acompañen durante las horas de descanso, preparándome para enfrentar un nuevo día con renovada esperanza y determinación. Amén.