En este amanecer de jueves, me postro con humildad ante ti, Señor San Charbel, buscando tu guía y ayuda en este nuevo día que se presenta ante mí. Con corazón abierto y sincero, elevo esta humilde oración, confiando en tu intercesión y en la gracia divina que emanas.
Oh, San Charbel, santo venerado, te imploro que derrames tus bendiciones sobre mi jornada. Concede, por favor, la fuerza para superar los desafíos y la sabiduría para tomar decisiones acertadas. Que tu luz ilumine mi camino, revelando las sendas que conducen hacia la paz y la prosperidad.
Te pido, bondadoso San Charbel, que tus manos santas guíen mis acciones y que tu presencia sea mi compañía en cada paso que dé. Concede claridad a mi mente y serenidad a mi corazón para afrontar las vicisitudes diarias con paciencia y determinación.
Señor, encomiendo a tus manos mis preocupaciones y anhelos, confiando en que tu amor infinito y la intercesión de San Charbel obrarán maravillas en mi vida. Que en este día, experimente tu gracia transformadora y sienta tu paz reconfortante.
Fortaléceme, oh San Charbel, para que, inspirado por tu ejemplo de devoción y entrega, pueda ser un instrumento de amor y compasión en el mundo que me rodea. Que cada acción refleje la bondad que emanas, extendiendo la luz divina a quienes me rodean.
En este día, ruego por la salud, la prosperidad y la paz en mi vida y en la de mis seres queridos. Que cada desafío sea una oportunidad para crecer en fe y confianza en la voluntad divina.
Gracias, San Charbel, por tu constante intercesión. Que este día transcurra bajo la sombra de tu protección y que al finalizar, pueda mirar atrás con gratitud por las bendiciones recibidas. Amén.