En esta radiante mañana de viernes, dirijo mis plegarias a San Charbel, el custodio de la paz y la serenidad.
En este mundo atribulado por las preocupaciones y los conflictos, acudo a ti con devoción y esperanza para solicitar tu intercesión en favor de la paz.
Oh, San Charbel, luz divina que guía nuestros pasos, te imploro que extiendas tu manto de protección sobre la humanidad. Con humildad, te rogamos que intercedas ante Dios Todopoderoso para que, a través de tu influencia celestial, se disipen las tensiones y se restaure la armonía en nuestro mundo.
En esta apacible mañana, elevamos nuestras plegarias por la paz a los cielos. Que tu influencia llegue a los corazones de los líderes mundiales, inspirándolos a buscar soluciones pacíficas y justas a los desafíos que enfrentamos como sociedad global.
Te pedimos, San Charbel, que otorgues consuelo a aquellos que sufren a causa de la violencia y la discordia, y que les des la fortaleza para perdonar y buscar la paz en sus vidas.
En este nuevo día, encomendamos a todas las familias que han sido separadas por conflictos, a los refugiados que buscan refugio y a los enfermos que necesitan sanación. Que tu amor y protección los envuelvan y les brinden esperanza en medio de la adversidad.
San Charbel, ruega por la paz en nuestros corazones, para que, llenos de serenidad, podamos contribuir a la paz en el mundo. Que esta mañana sea un recordatorio de la importancia de la paz y la unidad entre todos los seres humanos. Amén.