San Judas Tadeo, apóstol fiel y patrón de las causas difíciles, en esta hermosa mañana del viernes 3 de noviembre, elevo mi voz hacia ti con un corazón lleno de esperanza y gratitud.
En este nuevo día, te agradezco por tu constante protección y por tu intercesión en mi vida. Tú, que eres conocido por tu bondad y compasión, te pido que me acompañes en este viaje diario.
En esta mañana, te ofrezco mis pensamientos, palabras y acciones como un acto de amor y devoción hacia el Señor. Te ruego que me ayudes a ser un reflejo de Su luz en el mundo y a vivir de acuerdo con Sus enseñanzas.
San Judas Tadeo, te pido que bendigas este nuevo día y que guíes mis pasos. Ilumina mi mente con la sabiduría necesaria para enfrentar los desafíos que puedan surgir. Ayúdame a tomar decisiones que estén en armonía con la voluntad divina y que sean para el bien de todos.
En esta mañana, te encomiendo mis preocupaciones y necesidades. (Menciona tus peticiones personales si lo deseas). Confío en tu intercesión poderosa para que mis súplicas lleguen al Señor y se cumpla Su voluntad en mi vida.
San Judas Tadeo, también te pido por la paz en el mundo, por la sanación de los enfermos, por la unión de las familias y por la prosperidad de aquellos que enfrentan dificultades. Que tu amor y compasión se derramen sobre todos los que te necesitan.
Que esta hermosa mañana sea un recordatorio de tu amor y de la misericordia de Dios. Te agradezco de todo corazón por escuchar mis oraciones y por estar a mi lado en cada momento. Amén.