Oh San Judas Tadeo, apóstol fiel y amigo de nuestro Señor, en esta noche del domingo 22, nos postramos ante ti con humildad y gratitud. Te pedimos que nos escuches y nos acompañes en este momento de reflexión y oración.
Damos gracias por el día que hoy termina, por las bendiciones recibidas y por las lecciones aprendidas. San Judas, tú que eres patrón de las causas imposibles, te pedimos que intercedas por nosotros ante Dios en este nuevo inicio de semana.
Ilumina nuestro camino y ayúdanos a enfrentar los desafíos que se nos presenten con valentía y fe.
En esta noche, te pedimos especialmente por la paz en el mundo. Que las diferencias entre las naciones se resuelvan a través del diálogo y el entendimiento, y que prevalezca el amor y la fraternidad entre todos los pueblos. Te rogamos también por la sanación de aquellos que están enfermos, por la protección de los más vulnerables y por la unidad de las familias.
San Judas Tadeo, tú que eres conocido como el «libertador de los afligidos», te pedimos que libres a quienes se sienten atrapados en situaciones difíciles, que les des la fortaleza para superar sus obstáculos y que les brindes esperanza en sus corazones.
Finalmente, te pedimos que nos ayudes a vivir con amor y compasión, siguiendo el ejemplo de Jesús y difundiendo su mensaje de paz y salvación. Que esta semana que comienza esté llena de bendiciones y oportunidades para servir a los demás.
San Judas Tadeo, ruega por nosotros en esta noche y en todos los días de nuestra vida. Amén.