Dios misericordioso, en esta noche del domingo 22, nos reunimos en oración ante tu divina presencia y te pedimos que escuches nuestras súplicas a través de la intercesión de San Charbel, el santo ermitaño libanés, ejemplo de humildad y santidad.
San Charbel, siervo fiel de Dios, quien pasó su vida en soledad y oración, te pedimos que nos ayudes a encontrar la paz y la serenidad en medio de nuestras vidas agitadas.
En estos tiempos de incertidumbre y tribulación, te pedimos que ilumines nuestro camino con tu luz divina, fortaleciendo nuestra fe y confianza en el Señor.
En esta noche, te pedimos especialmente por aquellos que están atravesando dificultades y sufrimientos. San Charbel, tú que experimentaste el sufrimiento en tu propia vida, intercede por todos los que están enfermos, solos, afligidos o desesperados. Concédeles sanación, consuelo y esperanza en medio de sus pruebas.
San Charbel, ruega por nuestras familias, por la paz en el mundo y por la unidad en la Iglesia. Ayúdanos a cultivar el amor y la caridad en nuestros corazones, para que podamos ser instrumentos de tu paz en este mundo atribulado.
Te pedimos también por aquellos que han perdido su fe o se han alejado de la Iglesia. Ruega por ellos, para que puedan encontrar el camino de regreso a la fe y experimentar la infinita misericordia de Dios.
San Charbel, te encomendamos nuestras preocupaciones y necesidades personales (menciona aquí tus peticiones). Sabemos que tú estás dispuesto a interceder por nosotros ante el trono de la gracia divina.
En esta noche, confiamos en tu poderosa intercesión y en la gracia de Dios. Amén.