Querido San Charbel, en esta noche tan especial del 24 de diciembre, elevo mi corazón hacia ti con humildad y gratitud. En este momento de recogimiento, te pido que intercedas ante Dios Todopoderoso para que nos conceda una Navidad llena de paz, amor y tranquilidad.
San Charbel, tú que viviste una vida de oración y sacrificio, comprendes las necesidades de nuestro corazón. Te encomiendo a mis seres queridos y a mí mismo, para que podamos experimentar la verdadera alegría del nacimiento de Jesús en nuestros corazones.
Concede, oh amado San Charbel, que esta noche sea un momento de reflexión y renovación espiritual. Que cada uno de nosotros encuentre en el misterio del pesebre la esperanza y la luz que necesitamos para superar los desafíos de la vida cotidiana.
Te pido, San Charbel, que nuestras familias estén unidas en el amor, que las tensiones se disuelvan y que podamos compartir este tiempo sagrado con armonía y comprensión. Que la paz de Cristo reine en nuestros hogares y en nuestros corazones.
Bendice, oh generoso San Charbel, a aquellos que sufren, a los enfermos y a los solitarios. Que tu intercesión alivie sus cargas y les traiga consuelo en esta noche especial.
Que la luz de la estrella de Belén ilumine nuestro camino y nos guíe hacia una vida más plena y en comunión con Dios. Confiando en tu poderosa intercesión, te encomendamos nuestras alegrías y preocupaciones.
San Charbel, ruega por nosotros, para que podamos experimentar la verdadera paz que solo viene de Dios. Amén.