En la tranquila penumbra de esta noche de jueves, elevamos nuestras plegarias al Señor, confiando en la intercesión de San Charbel, fiel servidor de Dios. En la serenidad de este momento, nos postramos ante la presencia divina, reconociendo la grandeza de tu amor, oh Señor.
San Charbel, ejemplo de humildad y devoción, guíanos con tu luz celestial. En esta noche, imploramos tu bendición sobre cada uno de nosotros, sobre nuestros seres queridos y sobre el mundo entero.
Que tu divina protección nos envuelva, permitiendo que tus gracias fluyan en abundancia sobre nuestras vidas.
Te adoramos, Señor, por tu misericordia infinita y tu amor incondicional. En esta noche especial, renovamos nuestro compromiso de seguir tus caminos, inspirados por el testimonio de San Charbel.
Que nuestras acciones reflejen tu luz, oh Señor, y que podamos ser instrumentos de tu paz en un mundo que tanto necesita de tu amor.
Encomendamos a tu providencia nuestras alegrías y tristezas, nuestros anhelos y temores. Fortalécenos en la fe, para que, como San Charbel, podamos perseverar en la oración y en la confianza en tu divina voluntad.
Oh Señor, en esta noche, te ofrecemos nuestros agradecimientos por las bendiciones del día que termina y te pedimos sabiduría y discernimiento para enfrentar los desafíos del mañana. Que nuestras vidas sean un testimonio vivo de tu gracia redentora.
San Charbel, ruega por nosotros, intercede ante el trono divino en esta noche de jueves. Que nuestras almas encuentren descanso en tu presencia, y que podamos despertar mañana con un renovado espíritu de amor y servicio.
Amén.