Hoy, con humildes corazones, nos acercamos a Ti con una profunda sensación de gratitud por este día que nos has otorgado. En medio de las vicisitudes de la vida, reconocemos tu bondad inquebrantable y amor constante que nos rodean en cada amanecer.
Damos gracias por la maravilla de la creación que nos rodea: el sol que se levanta en el horizonte, los cantos de las aves que llenan el aire y la belleza de la naturaleza que nos inspira. Estas manifestaciones de tu grandeza nos recuerdan tu presencia constante en nuestras vidas.
Te agradecemos por la salud que disfrutamos, por los cuerpos que nos permiten mover, trabajar y experimentar el mundo que has creado. Apreciamos la compañía de nuestros seres queridos, por los lazos de amor y amistad que nos sostienen en los momentos buenos y malos.
Gracias por las oportunidades que se presentan en este día, por las lecciones que aprendemos de cada desafío y por la fortaleza que nos brindas para superar obstáculos. Reconocemos que cada día es un regalo, una oportunidad para crecer, amar y contribuir al mundo que nos rodea.
Te pedimos que nos ayudes a vivir con gratitud continua en nuestros corazones, recordándonos que incluso en los momentos difíciles, tu amor y tu gracia son inquebrantables. Guíanos en este viaje de la vida, fortalécenos en cada paso que damos y ayúdanos a ser luces de esperanza y amor para los demás.
En tu nombre, oramos.