En esta serena noche de miércoles, nos reunimos como familia, bajo el manto protector de San Charbel, buscando paz y tranquilidad en nuestro hogar. Con gratitud en nuestros corazones, elevamos nuestras voces en una oración sincera, confiando en la benevolencia divina.
Oh San Charbel, guía luminosa de las noches serenas, te invocamos en este momento sagrado. Con humildad, depositamos nuestras preocupaciones y aflicciones a tus pies, confiando en tu intercesión ante el Todopoderoso. Que tus bendiciones desciendan sobre nuestro hogar como suave rocío, impregnando cada rincón con armonía y amor.
Encomendamos a tu cuidado a cada miembro de nuestra familia, pidiendo tu protección divina mientras descansamos bajo el abrazo de Morfeo. Inspira sueños apacibles y reparadores, para que al despertar, renovados y fortalecidos, enfrentemos un nuevo amanecer con gratitud en nuestros corazones.
San Charbel, santo de la serenidad, intercede por la paz en el mundo, llevando consuelo a los corazones afligidos y esperanza a los desfavorecidos. Que tu luz ilumine nuestras vidas, permitiéndonos ser faros de compasión y amor en nuestro entorno.
Bajo la mirada amorosa de San Charbel, dejamos nuestras inquietudes y pesares, confiando en la providencia divina. Que esta noche sea un refugio de tranquilidad, donde el lazo familiar se fortalezca y el amor perdure.
Te agradecemos, San Charbel, por tu guía y protección. Que nuestras almas descansen en la paz celestial, sabiendo que estamos bajo el cuidado divino. Amén.