Oh glorioso San Judas Tadeo, apóstol amado de nuestro Señor Jesús y patrón de los casos difíciles y desesperados, en esta tranquila noche del sábado, elevo mi voz y mi corazón hacia ti con profunda gratitud y humildad.
Reconozco tu poderosa intercesión en los momentos de necesidad y te invoco con fe y esperanza en esta hora de inquietud económica.
San Judas, testigo de la bondad divina y del amor incondicional de Dios, te imploro que mires con compasión mi situación financiera. Sé que estás dispuesto a ayudar a aquellos que te buscan con sinceridad y devoción.
En este momento, te pido que intercedas ante el Altísimo en mi nombre, para que Él derrame Su gracia sobre mis asuntos económicos.
Te ruego, San Judas, que desates los nudos que obstaculizan mi prosperidad y que ilumines mi camino hacia la estabilidad financiera. Concede, oh Santo de las causas imposibles, que las puertas de la abundancia se abran ante mí y que las bendiciones económicas fluyan en mi vida y en la de mi familia.
Te prometo, San Judas, que si obtengo esta bendición económica que tanto necesito, no la utilizaré egoístamente, sino que la compartiré con quienes lo necesiten y la emplearé en obras de caridad y amor hacia mi prójimo.
Que mi prosperidad sea una bendición no solo para mí, sino para todos aquellos a quienes pueda ayudar.
San Judas Tadeo, acepta mi oración con gratitud y amor, y guíame en el camino de la prosperidad y la generosidad. Encomiendo mi situación económica a tu bondadosa intercesión, confiando en que con tu ayuda y la gracia de Dios, alcanzaré la estabilidad y la paz financiera que tanto anhelo.
Amén.