En la tranquilidad de esta noche de viernes, dirijamos nuestra mirada hacia el cielo, donde las estrellas titilan como destellos de esperanza. San Charbel, fiel custodio de los que buscan paz en el descanso, nos inclinamos ante ti con humildad y devoción.
Oh amado San Charbel, intercesor ante Dios Todopoderoso, te encomendamos nuestra fatiga y cansancio de esta semana que llega a su fin. Imploramos tu valioso auxilio para alcanzar un descanso reparador, que renueve nuestras fuerzas físicas, mentales y espirituales.
En esta noche serena, te pedimos, San Charbel, que extiendas tu manto protector sobre nosotros y sobre aquellos que amamos. Que tu bendición descienda como rocío suave sobre nuestros cuerpos, liberándonos de las tensiones acumuladas y permitiéndonos sumergirnos en un sueño profundo y sereno.
Te rogamos, oh Santo de la noche, que apartes de nuestras mentes cualquier inquietud, angustia o preocupación. Que en el silencio de la noche, podamos experimentar la paz que solo proviene de la confianza en la Divina Providencia.
Concede, oh bondadoso San Charbel, que nuestras horas de sueño estén llenas de sueños tranquilos y esperanzadores. Que al despertar, nos levantemos renovados y listos para enfrentar un nuevo día con alegría y gratitud en nuestros corazones.
Te agradecemos, San Charbel, por tu intercesión constante y tu amorosa protección. Que en esta noche, tu luz guíe nuestros sueños y descansemos en la certeza de que estamos bajo el cuidado divino.
Amén.