Amado San Charbel, en esta luminosa mañana del miércoles 1 de noviembre, te damos gracias por la oportunidad de dar la bienvenida a este nuevo mes. Tu vida ejemplar y tu profunda devoción a Dios son una fuente de inspiración para todos nosotros, y confiamos en tu intercesión en este día.
San Charbel, modelo de humildad y entrega, te pedimos que nos guíes en este mes de noviembre. Que podamos seguir tu ejemplo de oración y dedicación a Dios en todo lo que hagamos.
Concédenos la gracia de vivir en armonía con la voluntad divina y de experimentar la paz que tú encontraste en la comunión con el Señor.
Que este mes sea un tiempo de crecimiento espiritual y bendiciones. Te pedimos, San Charbel, que nos ayudes a ser testigos vivos del amor de Dios en el mundo y a servir a los demás con generosidad y compasión.
En esta mañana, te agradecemos por tu presencia constante en nuestras vidas y te encomendamos nuestras alegrías, preocupaciones y necesidades. Sabemos que estás dispuesto a interceder por nosotros ante el Todopoderoso.
San Charbel, ruega por nosotros en este nuevo mes, para que podamos caminar en la luz de la fe y la gracia divina en cada paso que demos. Amén.