Oh, San Judas Tadeo, apóstol fiel y patrón de las causas difíciles, en este amanecer de sábado me dirijo a ti con un corazón lleno de fe y esperanza. Sabes que la preocupación por nuestro bienestar económico puede abrumarnos en momentos de incertidumbre, y hoy te ruego que intercedas ante Dios en mi nombre, para que Él derrame Su gracia sobre mi situación financiera.
San Judas, tú que has sido testigo de los milagros y has brindado consuelo a aquellos en necesidad, te imploro que orientes mis pasos en la búsqueda de prosperidad económica.
Ayúdame a tomar decisiones sabias y a aprovechar las oportunidades que se presenten en mi camino. Concédele a mi mente claridad y perspicacia para administrar sabiamente mis recursos.
Te pido, San Judas, que despejes los obstáculos que puedan estar impidiendo mi progreso financiero y que me guíes hacia la estabilidad económica que tanto anhelo. Que tu intercesión me brinde la confianza y la perseverancia necesarias para superar las dificultades financieras.
Además, te ruego que, a medida que mi situación económica mejore, yo no olvide la importancia de la generosidad y el compartir con aquellos que también están pasando por dificultades económicas. Permíteme ser un canal de bendición para los demás, tal como tú lo has sido para tantos a lo largo de la historia.
San Judas, en esta nueva jornada, encomiendo a ti mis preocupaciones financieras, confiando plenamente en tu poderosa intercesión. Que la paz y la prosperidad lleguen a mi vida, en armonía con la voluntad de Dios.
Amén.