Oh glorioso San Judas Tadeo, apóstol y fiel seguidor de Jesús, acudo a ti en busca de tu divina ayuda y protección.
En esta noche serena, cuando las estrellas se despliegan en el firmamento y la luna derrama su suave luz, me encomiendo a tu poderosa intercesión para encontrar paz y tranquilidad en el descanso.
San Judas, tú que eres conocido como el patrón de las causas difíciles y desesperadas, te ruego que intercedas ante el Altísimo en mi nombre. Te imploro con humildad, con la certeza de que tu bondad y compasión son infinitas.
Líbrame de las preocupaciones y temores que acechan en mi mente, y permite que el sosiego y la serenidad inunden mi corazón.
Encomiendo a tu cuidado mi alma inquieta y mis pensamientos agitados. Que tus bendiciones y protección me rodeen, permitiéndome descansar en paz.
Aleja de mi mente las ansiedades y los pesares, y permíteme entregarme al dulce letargo del sueño, confiando en que en tus manos y bajo tu mirada amorosa, encontraré el descanso que tanto anhelo.
San Judas Tadeo, apóstol valiente y amigo de los necesitados, te doy gracias por tu intercesión constante y amorosa. Que esta noche, bajo tu amparo, pueda experimentar un sueño reparador y tranquilo. Amén.